Mientras el mundo despedía al líder sudafricano Nelson Mandela en diciembre del 2013, en una cárcel estadounidense seguía silenciado el Mandela latinoamericano. Se trata de Oscar López Rivera y el pasado jueves cumplió 33 años en prisión. Su único delito fue pelear por la independencia de Puerto Rico. Lo condenaron por sedición. Oscar López estuvo 12 años en una cárcel de máxima seguridad en Marion en Colorado en condiciones deplorables. En 1998 fue trasladado a una prisión en Terre Haute, Indiana.
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